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28/04/2016
¿Cómo viviríamos con la misma hora de Portugal?
Terminar la jornada laboral a las 18 horas y así mejorar la conciliación entre el trabajo y la vida personal. Volver al huso horario GMT+0 para reconciliar a España con su hora solar. Dos medidas que Mariano Rajoy promete que llevará a cabo si vuelve a ser presidente. Dos propuestas de conciliación que han vuelto a despertar el interés y avivan viejas preguntas: ¿somos realmente los más "tardones" de Europa?, ¿es la solución volver a Greenwich?
Si solo nos fijamos en la hora que marca el reloj, es indiscutible: somos los últimos en salir del trabajo. La inmensa mayoría de noruegos, británicos y alemanes están a las 18:00 horas en casa. En España, sólo a las 21:00 horas podemos decir que nos vamos a descansar.

Esto se debe al huso horario. Tanto Francia como España se encuentran geográficamente entre los meridianos que delimitan la zona horaria GMT+0, que es la que usan en Londres o Lisboa. Sin embargo, desde 1940 nuestros relojes están sincronizados con Berlín y Roma (GMT+1 en invierno y GMT+2 en verano, en la Península y Baleares). Y si en Roma anochece a las 16:42 (GMT+1), es de esperar que en Madrid anochezca más o menos una hora después, a las 17:52 (GMT+1).

El reloj nos ha jugado una mala pasada: una de las horas de aparente "retraso" se debe ´`unicamente al huso horario. En el gráfico que mostramos a continuación, si comparamos los horarios laborales de Italia y España, podemos observar que en ambos casos el final de la jornada de trabajo se produce de forma masiva entre una y tres horas después del atardecer invernal. Mentras, en los países más septentrionales y en Portugal los trabajadores vuelven a casa coincidiendo con el momento en el que se pone el sol en invierno.

Los italianos compensan este desfase en la salida entrando a la oficina una hora más tarde del amanecer. En España, por el contrario, nos incorporamos al trabajo al amanecer, al igual que los franceses o los alemanes, pese a que nuestros días de invierno son tan largos como los de Italia. El resultado: cuanto más al sur (y más largos son los días invernales), mayor tendencia a dlitar la jornada laboral, Y aquí sí que somos los campeones, por delante también de nuestros compañeros de latitud.

Al poner el foco en el descanso de la comida, encontramos diferencias entre Norte y Sur. En Noruega, poca gente deja de trabajar para comer y, los que lo hacen, se toman un descanso breve. En Francia la hora de la comida está más institucionalizada y tiene una duración mayor. En España e Italia, el descanso tiene gran seguimiento y duración todavía mayor, lo qeu afecta en la hora de salida y también en la extensión de la jornada de actividad.

En resumen:

En España entramos a trabajar al amanecer (invernal), al igual que franceses y alemanes. Sin embargo, salimos de trabajar una hora despúés del anochecer. ESto nos diferencia del resto de países, que finalizan la jornada justo en el momento en que se esconde el sol. En consecuencia, nusetro país registra una jornada más larga, incluso en comparación a Italia y Portugal.

Teniendo en cuenta que el número de horas que trabaja cada persona es similar en todos los países, la explicación a esta demora la encontramos en la duración de nuestro descanso de la comida y en que entramos (o salimos) demasiado pronto (o tarde) de trabajar, respecto a la posición del sol en los días más cortos del año.

¿De qué serviría tener la misma hora que Portugal?

Volver a Greenwich (GMT+0 en invierno, GMT+1 en verano) implicaría que, en invierno, en Madrid el sol saldría a las 7:34 horas y no a las 8:34, como ahora. Si continuásemos entrando a trabajar a la hora (civil) actual, el resultados sería que veríamos cómo amanece desde casa y no desde el coche a la oficina. Es decir, nos sincronizaríamos con italianos y portugueses.

¿Por qué habría que salir a las 18:00 horas?

Con nuestro huso actual, en Madrid anochece a las 17:51 horas en invierno. Si volviésemos al GMT+0, el atardecer llegaría a las 16:51 en invierno. Manteniendo nuestra hora (civil) de salida actual (entre las 19:00 y las 21:00 horas) nuestro retraso respecto a la puesta de sol pasaría de una a dos horas. Para mantenernos sincronizados con Italia en la hora de salida, sería imprescindible adelantarla al menos una hora.

En definitiva, las dos medidas que prpone Mariano Rajoy implicarían acercarnos a las cozstumbres de Italia. La duración del periodo de actividad productiva sería de unas 11 horas, un valor alto en relación a Europa, pero en la media de lo que hacen portugueses e italianos. Un efecto adicional es que "desperdiciaríamos" una hora de luz por la mañana a la vez que "invadiríamos" una hora de la noche.

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