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22/04/2016
¿Por qué inventamos excusas para salir antes del trabajo?
¿Ha mentido alguna vez para salir antes del trabajo y atender asuntos personales o familiares? Si la respuesta es afirmativa, pertenece al 33% de españoles que reconoce haber empleado un pretexto falso para poder conciliar.
Citas médicas (52%), indisposición o malestar (27%) y averías domésticas diversas (17%) ["se me ha inundado la casa", "viene el fontanero"], son las excusas reinas en esta materia. Lo revelaba hace unas semanas la encuesta 'Horarios españoles', en la que un tercio de los consultados admitía haber esgrimido una pretexto falso para poder eludir los prolongados horarios de trabajo. Horarios cuyo fin a menudo viene marcado "por las ganas que tenga el jefe de marcharse de la oficina".

Madres que dicen encontrarse mal cuando en realidad han recibido una llamada del colegio porque el niño está con fiebre y no tienen a quién acudir, pero no se atreven a decirlo porque no está bien visto. O lo dejan en la guardería a sabiendas de que está malo y las llamarán. Hijos que alegan una indisposición para salir antes o entrar más tarde a trabajar y poder pasarse por casa de sus padres mayores y echarles una mano. Directivos, especialmente mujeres, que acaban en terapia porque su trabajo les ha impedido estar con sus hijos, y ahora, en la adolescencia, no se hacen con ellos.

"No deja de ser coherente que, si tenemos dificultades para conciliar, mintamos, Y es un tema que tiene trasfondo: que sea necesario inventar una excusa para poder conciliar es un indicativo de que los horarios establecidos lo impiden", explica Elisa Sánchez, coordinadora del grupo de salud laboral del Colegio de Psicólogos y consultora en Recursos Humanos. "Hay personas que lo pasan muy mal para atender a sus familias cuando son mayores porque los horarios de trabajo no lo permiten". Una situación que puede derivar en estrés, malestar y ansiedad. "Es la sensación de que no llegas a todo, de que no estás siendo buen padre, o buen hijo".

Además, está el malestar que provoca la propia mentira. "Si mientes para una actividad distinta que ir al médico, obviamente tienes miedo de que te pillen, lo que deriva al final en más ansiedad y preocupación".

Pretextos falsos que se esgrimen no solo por motivos de conciliación familiar, sino también personal, por la ausencia de tiempo para el ocio que conllevan algunas jornadas laborales. Llegar a un concierto del que se tiene entradas hace meses, o a una reunión de viejos amigos que puede que no se repita en 20 años. O simplemente para poder hacer deporte, pasear, asistir a una exposición o hacer la compra. Y para tener mejor salud: los estudios demuestran que mucho tiempo en el puesto de trabajo es perjudicial desde el punto de vista coronario.

No obstante, el origen de algunas de estas mentiras estaría en una "falta de asertividad", explica Sánchez. "Pensamos que si decimos que vamos a un concierto o a ver un partido de fútbol van a creer que somos malos trabajadores, por lo que, en lugar de decir la verdad, utilizamos excusas como una cita médica".

Según las estadísticas, una de las principales causas de absentismo, junto con el estilo de liderazgo, son las dificultades para compaginar vida personal y laboral. Elinforme Adecco sobre absentismo laboral cifra en más de 9.000 millones de euros las pérdidas que éste genera a las empresas y destaca entre sus conclusiones que "la economía española tiene un déficit estructural en flexibilidad laboral que incide directamente en el comportamiento de los trabajadores".

Resalta que sólo el 2% de las empresas españolas dispone de sistemas de flexibilidad horaria, y subraya "la necesidad de racionalizar los horarios laborales y mejorar los sistemas y prácticas de flexibilidad horaria y de calendario laboral que faciliten la conciliación de vida laboral y personal".

¿Soluciones?

Trabajar por objetivos y productividad, erradicar el presentismo y un liderazgo basado en la confianza y el respeto, enumera Sánchez. "Si la relación entre el jefe y los empleados es de confianza y no de control, no será necesario mentir". Destaca cómo en multinacionales cuya matriz está en países como Holanda o Francia, la gestión y el respeto al tiempo de trabajo es diferente. "Por ejemplo, a la hora de impartir un curso plantean que sea en un horario que permita asistir a las personas con jornada reducida". Lo mismo sucede con las reuniones.

Además de esa relación de confianza con el jefe, señala otras herramientas que ayudarían a evitar estas situaciones, como la flexibilidad de horarios o el teletrabajo cuando sea posible. También están los "bancos de horas", una medida que ya aplican algunas grandes empresas españolas, precisamente con el objetivo de que los empleados las puedan utilizar en asuntos justificados por necesidades deconciliación.

También algunas compañías han introducido servicios que permiten a sus empleados encargar la realización de pequeños recados como ir a la tintorería, a la farmacia o realizar gestiones administrativas que sólo son posibles en coincidencia con su horario laboral.

María Luisa de Miguel, coach experta en estrategias de conciliación, señala España como "uno de los seis países con mayor nivel de conflicto de roles trabajo-familia, tal y como muestra un estudio de 27 países realizado por la socióloga Haya Stier y otros autores. También resalta que "el 30% de los trabajadores de la Unión Europea sufre estrés en el trabajo debido a los problemas para conciliar, y el estrés se ha convertido en el cuarto problema de salud laboral entre los trabajadores europeos".

"Hay trabajadores a los que no poder compartir su vida con la de su hijo acaba por generarles una depresión. Aunque los hombres en este aspecto hemos estado más alejados, cada vez se le da más importancia", explica Víctor Candel, socio director de la consultora Etrania, quien observa cómo en los procesos de selección la conciliación se está convirtiendo en un "argumento incluso de más peso que el retributivo".

A su juicio, el problema de los horarios se deriva de las direcciones de las empresas, si bien constata cierto cambio conforme se va dando el relevo generacional: "Las nuevas generaciones, los millennials, dan más importancia a laflexibilidad horaria y reclaman conciliación a la hora de incorporarse a los puestos de trabajo".

Todos conocemos casos de personas que dejan su trabajo por la incapacidad de conciliar, recuerda Sánchez, que señala que está empezando a recibir peticiones de programas para "retener talento" en las empresas de sectores que durante los años de crisis no han "cuidado" a los empleados e incluso han eliminado medidas que favorecían la conciliación, y temen que ahora dejen la compañía.

"Para que una persona sea feliz, se sienta completa, plena y realizada tiene que tener atendidas las distintas facetas de su vida: la profesional, la familiar, la personal y la social. Es necesario tener tiempo propio, tiempo para la familia y tiempo social o para la comunidad, además del tiempo laboral", explica De Miguel, que incluso relaciona esta falta de tiempo con un "debilitamiento de la sociedad civil y su capacidad de movilización ante los abusos políticos, sociales y de otro tipo que se suceden día a día".

Las excusas más absurdas

Mentir para ausentarse del trabajo no es una cosa única de España. Ni se debe exclusivamente a problemas de conciliación con la vida personal. En todas partes hay auténticos maestros del escaqueo, como el típico compañero al que el mismo familiar se le llega a morir tres veces en un lapso de tres meses, o el que a menudo enferma el lunes posterior a un puente. En Internet hay decenas de foros y hasta un 'wikihow' para elaborar excusas y eludir el trabajo. Incluso existe unránking anual que recoge los pretextos más absurdos, así como los meses en que son más habituales las mentiras para ausentarse del trabajo. Elaborado por la consultora de recursos humanosCareerBuilder, éste fue el 'top' de las excusas absurdas esgrimidas en 2015:
  1. Mi madre me ha envenenado con una hamburguesa
  2. Me he quedado atrapado debajo de la cama
  3. Me he roto un brazo cuando intentaba coger un sándwich al vuelo
  4. El universo me dice que me coja el día libre
  5. Mi pareja se ha enterado de que la engaño y tengo que dedicar el día a recuperar mis cosas del contenedor de basura.
  6. Me clavé el peine en el ojo mientras me peinaba.
  7. Mi mujer ha echado a lavar toda mi ropa interior a la vez.
  8. La comida que he preparado para mis compañeros no ha salido bien.
  9. Tengo que ir a la playa porque el médico me ha dicho que necesito más vitamina D.
  10. Mi gato se ha quedado atrapado en el salpicadero de mi coche.
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